Tenemos que hablar de la película de Turner. Hice cola en los multicines y cuando me iba a tocar a mi, colgaron el cartel de entradas agotadas. Al final, pude verla en la sesión de noche en otro cine. Impresionante la actuación de Timothy Spall. Verdaderamente Mike Leigh ha dirigido un Turner que sobrecoge. En el fondo es una película árida con Turner y sus gruñidos. Las mujeres enamoradas de ese ser tan primario. Pero cuando Turner pintaba, miraba, dibujaba, era un dios de la luz, que para él era el sol. Me ha gustado mucho. El toque rojo que Turner pinta en su marina retándole a Constable que con su espátula estaba dando toquecitos de rojo en su cuadro. Ese momentazo de pregnancia (1) cuando Turner se va de la sala y vuelve para borrar con un trapo un poco del rojo y con la uña hace unas líneas, dejando la boya roja para la eternidad…(2) Por favor! por un momento dudé si era Turner o por allí pasaba Oteiza.
Turner desde mi ventana
El mes pasado publiqué en este blog el post Nubes de oscuridad en homenaje a la poetisa Wislawa Szymborska. Eran unas nubes bastante atormentadas. Joveloso me escribió en un comentario que mis cielos apuntaban casi la violencia de Turner. Le respondí que siempre había admirado a Turner, que no todos sus cielos eran así, que otros cielos que pintó eran luminosos con una vibración de luz muy especial, dorada, y que eran el prolegómeno de los Impresionistas. Además, el Romanticismo, es el Romanticismo… En él, hasta las nubes son tremendas.
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Nota (1) Acerca de la pregnancia en Jorge Oteiza, como concepto fundamental del arte, ver Pregnancia: más allá de la Gestalt.
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(2) William Turner: Un barco encallado (1828).
maria bilbao 
tenemos que hablar…….me decía una profesora,
efectivamente mr. turner va a dar mucho juego, sólo he leído algunos comentarios pero aún no he tenido oportunidad de ir a verla.
Javier, lo mejor que he leído sobre la película Mr.Turner ha sido el artículo «El pintor en el cine» del escritor Antonio Muñoz Molina en Babelia del País 03/01/15.
Pienso en los pintores que Turner admiraba, Rafael, Rubens, Rembrandt, Poussin,… y los pintores del Quattrocento Italiano, que me apasionan. Esas referencias tan esenciales, y sus continuos viajes, no aparecen en la película.
Al final de su vida, cuando ya no pintaba figurativo, cuando fue silenciando expresión en sus cuadros, cuando sólo pintaba la luz, la atmósfera, fue denostado por la Academia. Se repite la eterna historia de los artistas que inician y concluyen su propósito experimental, como decía Jorge Oteiza, sin repetirse, y sin miedo a lo establecido.
Las nubes iracundas por tanta incuria acumulada, lanzaron a algunas de ellas a la mar, para poder volver, volver a pedirnos que, aunque sea de vez en cuando, alcemos la cerviz y las miremos.
jorgenrique